Antisuyo Tavel te invita a conocer un lugar mágico y lleno de Historia, Ollantaytambo.
Se localiza a 2792 metros sobre el nivel del mar, en pleno Valle Sagrado, a la orilla del río Patakancha, a más o menos 60 kilómetros de Cusco.
Tiene la peculiaridad Ollantaytambo de ser la única ciudad del periodo del incanato, que está habitada en Perú. Así que debido a esto, la podemos dividir en dos partes: El poblado y el sitio arqueológico.
En el periodo del incanato se edificó el pueblo y un centro ceremonial. Cuando llegaron los conquistadores españoles fue utilizado como fuerte por la resistencia inca.
Hoy en día además de ser uno de los sitios arqueológicos de referencia que visitar en Perú, es también uno de los lugares de inicio del Camino Inca que nos lleva a Machu Picchu.
Un poco de historia:
Esta región sufrió primero la conquista de los incas a manos de su emperador Pachacútec, destruyéndolo todo y luego volviendo a edificar para anexionarlo a su imperio. En este nuevo periodo, era lugar de alojamiento de la nobleza inca y fue donde alcanzó su mayor esplendor.
Con la conquista de los españoles de plazas tan importantes como Lima, Sacsayhuaman y Cusco, Ollantaytambo se convirtió en la capital provisional del líder de la resistencia Manco Inca Yupanqui. Se modificó la arquitectura de la ciudad dotándola de defensas contra los españoles, y más con la reciente caída de la capital del antiguo imperio inca, Cusco.
Pero Manco Inca consideró después de vencer en una batalla a las tropas españolas, que era mejor ocultarse y defenderse en el bosque de Vilcabamba, abandonando Ollantaytambo y siendo confiada a Hernando Pizarro.
Con los españoles tan cerca, Manco Inca se bate en retirada no sin antes destruir caminos y puentes que llevaban a otras importantes poblaciones incas, una de ellas Machu Picchu, haciendo que en algunos caso la conquista de Perú española fuera mucho más lenta, y en el caso de la ciudad de Machu Picchu, que no fuera encontrada por los conquistadores españoles.
Arquitectura de las ruinas de Ollantaytambo:
El pueblo de Ollantaytambo todavía mantiene en el trazado de sus calles el diseño original de siglos atrás, siendo un buen ejemplo de proyecto urbano inca, que además tiene la peculiaridad de tener la forma de una mazorca de maíz. Y es que los pueblos incas de prestigio tienen en su trazado arquitectónico forma divina. Otro ejemplo sería en la ciudad de Cusco, que su forma es la de un puma.
Sus estrechas y rectas calles de piedra, con casas edificadas sobre los muros incaicos originales, acompañado del sonido del agua que fluye bajo el suelo, hace de este lugar un sitio que invita a relajarse e ir con la calma de la gente que vive aquí y no como los turistas que estamos de paso, y tenemos otro ritmo más acelerado.
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